Universidad y sostenibilidad: así lo ve el alumnado

Abstract

El informe «Universidad y sostenibilidad: así lo ve el alumnado» analiza las respuestas de 1 075 estudiantes de las universidades de Murcia, Extremadura, Almería y Málaga —el 59 % son mujeres— mediante un cuestionario de siete bloques que explora percepciones ambientales, económicas y sociales, la formación recibida y el compromiso personal. Las diferencias se contrastaron con análisis de varianza (ANOVA) según género, titulación y curso académico, centrándose solo en los resultados estadísticamente significativos .

Los resultados muestran una conciencia ambiental muy elevada: todas las afirmaciones superan cuatro puntos sobre cinco y la más respaldada es «Hay que usar los recursos naturales sin desperdiciar» (media 4,53). Las mujeres puntúan sistemáticamente más alto que los hombres, mientras que la rama de estudio introduce matices menores . En la dimensión económica el alumnado apoya con firmeza la economía circular (4,38), el comercio justo (4,36) y las energías renovables (4,27); también aquí las mujeres lideran el acuerdo, y apenas se aprecian diferencias relevantes entre carreras de Economía-Empresa y el resto . En cuanto a la sostenibilidad social, la equidad y, sobre todo, la justicia intergeneracional emergen como ejes que la universidad debería potenciar para transformarse en agente de cohesión y participación social .

Aunque la sostenibilidad se percibe ya integrada en los planes de estudio, el alumnado reclama más metodologías activas y experiencias prácticas; esta demanda es especialmente intensa entre las mujeres y en titulaciones ajenas a Economía-Empresa . En el plano individual, los estudiantes asumen hábitos sostenibles de forma irregular: prevalecen gestos cotidianos (reducir residuos, caminar), mientras que acciones de presión al mercado —como boicotear empresas poco responsables— son minoritarias; el nivel de implicación varía con el curso y se recupera en los últimos años .

En conjunto, el informe concluye que el estudiantado español combina actitudes muy favorables con brechas entre intención y conducta y entre teoría y práctica académica. Propone, por ello, integrar la sostenibilidad de forma transversal y experiencial, formar al profesorado, visibilizar el liderazgo femenino y reforzar el compromiso personal en colectivos menos implicados, a fin de alinear la cultura universitaria con la Agenda 2030 y convertir a los futuros profesionales en motores de la transición sostenible .