Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: http://hdl.handle.net/10201/128883

Título: Precisiones sobre la Educación Emocional
Otros títulos: Some specifications about Emotional Education
Fecha de publicación: 2005
Editorial: Universidad de Zaragoza, Asociación Universitaria de Formación del Profesorado (AUFOP)
Cita bibliográfica: Revista interuniversitaria de formación del profesorado, V. 19(3), N. 54, 2005
ISSN: 2530-3791
0213-8646
Materias relacionadas: CDU::3 - Ciencias sociales::37 - Educación. Enseñanza. Formación. Tiempo libre
Palabras clave: Ética
Educación emocional
Educación sentimental
Autoestima
Dignidad
Responsabilidad
Estilos afectivos
Emotional education
Sentimental education
Self-esteem
Dignity
Responsibility
Affective styles
Resumen: En este artículo se estudia el interés que ha ido despertando el mundo de los sentimientos, desdeñado por la psicología académica, durante mucho tiempo, por ser demasiado subjetivo. Un viejo tema, ya presente en filósofos como Sócrates, Platón. Aristóteles, Epicuro, Epicteto o Séneca, que fueron educadores de los sentimientos, y, más tarde, en Descartes, Spinoza o Rousseau. Todos estos pensadores incluían la educación de las emociones dentro del marco de la ética, mientras que en la actualidad su marco supremo es el de la psicología. Una diferencia esencial, que plantea un problema bien serio, puesto que dicha disciplina no es una ciencia normativa y, por tanto, poco tiene que decir acerca de cómo se deben educar los sentimientos. Se defiende una teoría de la inteligencia emocional que comienza en la neurología y concluye en la ética, planteando que es una gran equivocación pretender resolver todos los problemas sentimentales reformulándolos en términos psicológicos. Se señala que el uso de la psicología debe ser meramente instrumental, que puede estudiar cómo funcionan los sentimientos, pero no convertirse en guía de los mismos. Por un lado, se critica al conductismo, que ha intentado deshacerse de las ideas de libertad y de dignidad. Por otro, a la psicología cognitiva, que, al tratar de solucionar todos los problemas cambiando las creencias acerca de los mismos, puede terminar convirtiéndonos en esclavos felices. Y, finalmente, alerta sobre los peligros de una inteligencia emocional entendida como capacidad de comunicación, al servicio del mercado: para vender, explotar y manejar. Se analiza la cartografía de los fenómenos afectivos, postulando como tesis principal que: "La educación emocional es un saber instrumental que ha de encuadrarse en un marco ético que le indique los fines, y debe prolongarse en una educación de las virtudes que permita realizar los valores fundamentales". Como conclusión, se propone el paso desde el sentimiento a la ética, única vía para la construcción de una sana autoestima que, lejos de encerrarnos en el narcisismo, nos lleve a la solidaridad con los demás; y que, lejos de favorecer la indolencia, nos oriente hacia un comportamiento digno y noble. Todo un esbozo de lo que podría ser esa culminación ética de la educación sentimental.
This papers analyses the growing interest in the realm of feelings, which has been scorned by academic psychology for a long time for being too subjective. An old topic, already present in philosophers such as Socrates, Plato, Epicure, Epicteto or Seneca, who were emotional education within the framework of Ethics, whereas nowadays it is situated within the more general framework of Psychology, It is an essential difference that poses a serious problem, since emotional education is not a normative science and, hence, it can say very little about how feelings should be educated. A theory of emotional intelligence is defended which starts in Neurology and ends in Ethics, establishing that it is a great mistake to try to solve all the sentimental problems reformulating them in psychological terms. It is pointed out that the use of psychology should only be instrumental, that it can address the question of how feelings function but it cannot become the guide for them. First, conductism, which has tried to do away with the ideas of freedom and dignity, is criticised. Then, Cognitive Psychology is also subject to criticism, which trying to solve all the problems by changing the beliefs about them, it may turn us into happy slaves. Finally, it warns against the dangers of emotional intelligence understood as the ability of communication at the service of trade: to sell, exploit and manage. The cartography of affective phenomena is analysed, postulating as main thesis that "Emotional education is instrumental knowledge that ought to be encompased within an ethical frame which indicates its purposes, and it ought to be extended to an education of virtues, which allows fundamental values to be realised". As a conclusion, a step forward is proposed from feelings to Ethics, the only way to construct a sensible self-esteem which, far from enclosing us into narcisism, leads us to show solidarity with the others, and that, far from promoting indolence, guides us towards an honorable and noble behaivour. Just an outline of what that ethical fulfillment of sentimental education could be.
Autor/es principal/es: Marina, José Antonio
URI: http://hdl.handle.net/10201/128883
Tipo de documento: info:eu-repo/semantics/article
Número páginas / Extensión: 17
Derechos: info:eu-repo/semantics/openAccess
Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional
Aparece en las colecciones:2005, V. 19(3) N. 54

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