Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: http://hdl.handle.net/10201/87882

Registro completo de metadatos
Campo DCValorLengua/Idioma
dc.contributor.advisorSigüenza López, Julio-
dc.contributor.authorMartínez Pallarés, José Ignacio-
dc.contributor.otherEscuela Internacional de Doctoradoes
dc.date.accessioned2020-03-11T09:48:53Z-
dc.date.available2020-03-11T09:48:53Z-
dc.date.created2020-02-28-
dc.date.issued2020-03-11-
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/10201/87882-
dc.description.abstractLa mediación, como paradigma de sistema de solución alternativa de conflictos (ADR), ha suscitado gran interés en la Unión Europea y sus Estados miembros, por razón, no tanto de los principios y beneficios que la conforman y atribuyen —libertad, voluntariedad, flexibilidad, mayor rapidez y menores costes, fomento de la «cultura de la paz» frente a la «cultura del conflicto» o de la «guerra» con la que se identifica la vía jurisdiccional, etc.—, como en el más práctico (y cicatero, cuando se incide en los costes de la Administración de Justicia) de mejorar el acceso a la justicia reduciendo los asuntos que llegan a su conocimiento, excesivos para que pueda ser pronta y eficaz. Descartada por sus mismos valedores la aceptación generalizada del recurso a la mediación por su sola bondad intrínseca, en franca contradicción con algunos de sus postulados ideológicos, y bajo la máxima del despotismo ilustrado, tout pour le peuple, rien par le peuple, los Estados sucumben a la tentación, asumiendo la reivindicación de determinados círculos, de imponer la mediación, de forma más o menos «mitigada» y con diferentes grados de coerción, como requisito de procedibilidad para el acceso a los tribunales. Propugnan viejos caminos ya explorados —en España, como en Estados Unidos, o Inglaterra—, que en el mejor de los casos no llevan a ninguna parte, y que no hay razón para volver a recorrer prescindiendo de experiencias propias y ajenas. Dichas experiencias, que es preciso examinar, junto a las características y evolución de los diferentes sistemas procesales, sí que nos permiten reconocer como evidencia una estrecha vinculación entre sistemas ADR y proceso civil; quiérase o no, los primeros se desarrollan siempre a la sombra de los segundos, aunque todavía no existan, porque en la evaluación que cada parte hace de sus posibilidades y alternativas para la solución de un conflicto —costes, incertidumbres, riesgos, eficacia, efectividad, etc.— siempre estará incluida el recurso a los tribunales, aunque sea para descartarlo. Ello nos obliga a estudiar la mediación en relación a otros sistemas ADR —algunos de honda raigambre, como la conciliación o el arbitraje—, así como al examen de sus principios informadores y de la figura del mediador, sin perder nunca de vista su relación con el proceso civil, que, frente a injustas demonizaciones, es otra forma de resolución pacífica de conflictos; y ello es preciso si queremos conocer qué sea la mediación, qué cabe esperar de ella, y si, frente a las propuestas legislativas que tratan de imponerla, queremos proponer medidas concretas que favorezcan su aceptación por los abogados como un recurso normalizado más, junto con otros sistemas alternativos o complementarios a la vía judicial, para la resolución de los conflictos de sus clientes. Son varias y complejas las razones de la crisis de la justicia, pero la solución no pasa por dificultar, penalizar o impedir el acceso a los tribunales, olvidando que su propósito esencial es, sí, resolver disputas privadas, pero atendiendo a la verdad de los hechos y aplicando las leyes de las que la sociedad se ha dotado como garantía de sus derechos y libertades. La denominada «paradoja de la mediación» —su rechazo pese a su pretendida excelencia— no se resuelve mediante su imposición, porque no caben abstractos dogmatismos para resolver conflictos concretos. Para su implantación efectiva son necesarias ciertas condiciones, como una Justicia pronta y eficaz, una configuración de los sistemas alternativos que, respetando su espíritu original, les permita ser instrumentos eficaces, no meramente diletantes, de la solución, y una configuración de algunas instituciones del proceso civil que favorezca o al menos no obstaculice el recurso a esos sistemas.es
dc.description.abstractMediation, as a paradigm of an alternative dispute resolution (ADR) system, has aroused great interest in the European Union and its Member States, not so much because of the principles and benefits that make it up and attribute it ―freedom, voluntariness, flexibility, greater speed and lower costs, promotion of the "culture of peace" as opposed to the “culture of conflict" or of "war" with which the jurisdictional route is identified, etc.― such as in the most practical (and scarce, when the costs of the administration of justice are affected) of improving access to justice by reducing the number of cases that come to its attention, which are excessive, so that it can be prompt and effective. Discarded by its own supporters the generalised acceptance of the recourse to mediation for its intrinsic virtues alone, in frank contradiction with some of their ideological postulates, and under the maxim of enlightened despotism, tout pour le peuple, rien par le peuple, the States succumb to the temptation, assuming the claim of certain circles, to impose mediation, in a more or less "mitigated" manner and with different degrees of coercion, as a procedural requirement for access to the courts. They propose old paths that have already been explored ―in Spain, as in the United States, or England―, that in the best of cases lead nowhere, and that there is no reason to go back and do without one's own experiences and those of others. These experiences, which are necessary to examine, together with the characteristics and evolution of the different procedural systems, do allow us to recognise as evidence a close link between ADR systems and civil proceedings; whether we like it or not, the former are always developed in the shadow of the latter, although they do not yet exist, because in the evaluation that each party makes of its possibilities and alternatives for the solution of a conflict ―costs, uncertainties, risks, efficiency, effectiveness, etc.― recourse to the courts will always be included, even if it is to rule it out. This obliges us to study mediation in relation to other ADR systems ―some with deep roots, such as conciliation or arbitration―, as well as to examine their informing principles and the figure of the mediator, without ever losing sight of their relationship with the civil process, which, faced with unjust demonisations, is another form of peaceful conflict resolution; and this is necessary if we want to know what mediation is, what to expect of it, and if, faced with the legislative proposals that try to impose it, we want to propose concrete measures that favour its acceptance by lawyers as another standardised resource, together with other alternative or complementary systems to the judicial route, for the resolution of their clients' conflicts. The reasons for the crisis of justice are many and complex, but the solution does not lie in hindering, penalising or preventing access to the courts, forgetting that their essential purpose is, yes, to resolve private disputes, but taking into account the truth of the facts and applying the laws that society has endowed itself with as a guarantee of its rights and freedoms. The so-called "paradox of mediation" ―its rejection despite its supposed excellence― is not resolved through its imposition, because there is no room for abstract dogmatisms to resolve concrete conflicts. Certain conditions are necessary for its effective implementation, such as prompt and effective justice, a configuration of alternative systems that, respecting their original spirit, allows them to be effective instruments, not merely dilettante, of the solution, and a configuration of some institutions of civil process that favours or at least does not hinder recourse to these systems.es
dc.formatapplication/pdfes
dc.format.extent505es
dc.languagespaes
dc.publisherUniversidad de Murciaes
dc.relation.ispartofProyecto de investigación:es
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/*
dc.subjectAdministración de justiciaes
dc.subject.otherCDU::3 - Ciencias sociales::Derecho: 34::347 - Derecho civiles
dc.titleLa mediación civil y mercantil, en el contexto de la búsqueda de sistemas alternativos al judicial para la resolución de conflictoses
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesises
Aparece en las colecciones:Ciencias Sociales y Jurídicas

Ficheros en este ítem:
Fichero Descripción TamañoFormato 
002. Tesis. La mediación civil y mercantil en el contexto de la búsqueda de sistemas ADR.pdf2,89 MBAdobe PDFVista previa
Visualizar/Abrir


Este ítem está sujeto a una licencia Creative Commons Licencia Creative Commons Creative Commons