Health and burnout of home health care assistants: Impact of a training intervention

Abstract

Existe una creciente necesidad de cuidados en los países desarrollados, por lo que el número de cuidadoras a domicilio ha aumentado de manera exponencial. La literatura ha señalado que este grupo profesional tiene un alto riesgo de sufrir una gran variedad de problemas de salud. A pesar de su importancia, no hay cursos de entrenamiento descritos para ellas. Este estudio describe el diseño de un curso psicoeducativo para un grupo de cuidadoras y muestra los resultados de un estudio pre-post para evaluar su efectividad considerando las siguientes variables: el estado psicosocial de salud, el agotamiento y los pensamientos disfuncionales sobre el cuidado. Una ANOVA de medidas repetidas se utilizó siempre que fue posible y la prueba de Wilcoxon o la prueba de Mann Whitney se usaron como pruebas no paramétricas. Los pensamientos disfuncionales se redujeron después del curso, siendo el tamaño del efecto mediano a grande. La disfunción social se redujo solo en el grupo de mujeres que también eran cuidadoras familiares. Llegamos a la conclusión de que las cuidadoras profesionales pueden beneficiarse de una breve capacitación.

There is a growing need for care in developed countries, so the number of home health care assistants has increased exponentially. The literature has pointed out that this professional group is at high risk for a variety of health problems. Despite its importance, there are no described specific training interventions for it. This study describes a course for a group of female caregivers. A pre-post study is carried out to evaluate its effectiveness considering the following variables: the psychosocial state of health, the burnout and the dysfunctional thoughts about caregiving. The repeated measures ANOVA was used whenever possible and the Wilcoxon- test or the Mann Whitney-test were used as nonparametric tests. Dysfunctional thoughts were reduced after the course, being the effect size medium to large. Social dysfunction was reduced only in the group of women who were also family caregivers. We conclude that professional caregivers can benefit from brief training.