Optimización del manejo de las lesiones mamarias BI-RADS 3 en base a las características radiológicas del atlas BI-RADS y el contexto clínico de la paciente Biopsia versus seguimiento

Abstract

INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS: Las lesiones mamarias BI-RADS 3 (probablemente benignas, ≤ 2% malignidad) son muy frecuentes en la práctica clínica y generalmente, son sometidas al seguimiento que recomienda el atlas ACR BI-RADS ®: una prueba de imagen a los 6, 12 y 24 meses. La estabilidad comprobada a los dos años se categoriza como BI-RADS 2 (benignidad), pero los cambios durante el seguimiento pueden recategorizar la lesión como BI-RADS 4 o 5 (indicación de biopsia). Existen controversias en cuanto al manejo (biopsia al inicio, pérdidas de seguimiento, coste e incertidumbre del mismo, etc.), por ello, podemos cuestionarnos si el seguimiento recomendado resulta adecuado y/o cuando y en qué casos es mejor estrategia la biopsia, determinando la influencia y la precisión de los parámetros semiológicos y clínicos en su manejo.

MATERIAL Y MÉTODO: Se incluyeron 724 lesiones BI-RADS 3 mamo-ecográficas pertenecientes a 503 pacientes consecutivas entre enero de 2017 y diciembre de 2020. Se realizó (1) un estudio observacional retrospectivo de variables semiológicas basales y de seguimiento, (2) un estudio analítico de casos y controles en el que se dividió a la población en grupos según las variables resultado analizadas (cambio de BI-RADS durante el seguimiento, cambio a BI-RADS superior, realización de biopsia y realización de seguimiento completo) y (3) un estudio de cohortes en el subgrupo de lesiones palpables en mayores y menores de 40 años. De forma independiente, se realizó un estudio de correlación interobservador de una muestra extraída de la serie general.

RESULTADOS: Se diagnosticaron 3 lesiones malignas (tasa de malignidad 0.4%). En los tres casos se trató de lesiones pT1 N0. De las lesiones estudiadas, 503 (69.5%) fueron nódulos sólidos ecográficos. Se realizó procedimiento intervencionista radiológico a 236 (32.6%) lesiones, de las cuales 153 (64.8%) correspondieron a fibroadenomas. Se completó el seguimiento en 212 (29.4%) lesiones. La principal causa de cambio fue la involución de la lesión (49.4%), en el 80.4% en el primer control (6 meses).627 (86.6%) no tenían factores de riesgo de cáncer de mama y 490 (67.6%) fueron menores de 40 años. En este grupo de edad, todas las lesiones biopsiadas fueron benignas y se obtuvo la peor tasa de cumplimiento del seguimiento. Condicionaron cambios en el manejo la modificación en el diámetro anteroposterior (cambio a categoría BI-RADS superior, p=0.002 y la realización de biopsia, p=0.001, OR:1.10 IC 95% 1.04-1.16). También la lobulación de los márgenes (p<0.001, OR: 2.98 IC 95% 1.44-6.34) y los microquistes agrupados (p=0.007), influyeron en la realización de biopsia. De las lesiones mamográficas, sólo la asimetría focal cambió durante el seguimiento (OR:13.7, IC 95% 1.26-150), predominantemente hacia la involución o resolución. La edad influyó en el cambio a categoría BI-RADS superior (p=0.036), con la realización de biopsia (p<0.001, OR de 1.10 IC95% 1.07-1.13) y con la cumplimentación de seguimiento completo (p=0.039). La palpabilidad de la lesión tuvo relación con un cambio a categoría BI-RADS superior (p=0.044, OR 2.23, IC95% 1.14-4.50). En nuestro ámbito, la correlación interobservador calculada fue casi perfecta (Kappa Cohen >80%) en todos los parámetros semiológicos.

CONCLUSIONES: El seguimiento de las lesiones de mama categorizadas como BI-RADS 3 resultada seguro en nuestro ámbito, aunque lastrado por una baja cumplimentación, unos criterios variables de realización de biopsia y probablemente una excesiva duración, sobre todo para los nódulos ecográficos, en los podría plantearse un control único a los 6 meses en menores de 40 años, y para las asimetrías focales mamográficas, en las que las actuales técnicas funcionales podrían orientar mejor su manejo. La concordancia interobservador es casi perfecta en nuestro medio y se relaciona con la experiencia del radiólogo

INTRODUCTION AND OBJETIVES: BI-RADS 3 breast lesions (probably benign; ≤ 2% malignancy) are very frequent in clinical practice and are generally followed up as recommended by the ACR BI-RADS ® atlas: an imaging test at 6, 12 and 24 months. Stability confirmed at two years is categorized as BI-RADS 2 (benign), but changes during follow-up may recategorize the lesion as BI-RADS 4 or 5 (indication for biopsy). There are controversies regarding management (biopsy at baseline, loss to follow-up, cost and uncertainty of the follow-up, etc.), therefore, we may question whether the recommended follow-up is adequate and/or when and in which cases a biopsy is the best strategy, determining the influence and accuracy of the semiology and clinical parameters in its management.

MATERIAL AND METHODS: A total of 724 BI-RADS 3 mammographic and ultrasound lesions from 503 consecutive patients were included between January 2017 and December 2020. We performed (1) a retrospective observational study of baseline and follow-up semiological variables, (2) a case-control study in which the population was divided into groups according to the outcome variables analyzed (change of BI-RADS during follow-up, change to higher BI-RADS, performance of biopsy and performance of complete follow-up) and (3) a cohort study in the subgroup of palpable lesions in patients over and under 40 years. Independently, an interobserver correlation study was performed on a sample drawn from the overall series.

RESULTS: Three malignant lesions were diagnosed (malignancy rate 0.4%). All three cases were pT1 N0 lesions. Of the lesions studied, 503 (69.5%) were solid ultrasound nodules. Interventional radiology procedures were performed in 236 (32.6%) lesions, of which 153 (64.8%) were fibroadenomas. Complete follow-up was achieved in 212 (29.4%) lesions. The main cause of change was involution (49.4%), in 80.4% at the first follow-up (6 months).627 (86.6%) had no risk factors for breast cancer, and 490 (67.6%) were younger than 40 years old. In this age group, all biopsied lesions were benign, and the lowest follow-up compliance rate was obtained. Changes in anteroposterior diameter (change to a higher BI-RADS category p=0.002 and biopsy (p=0.001, OR:1.10 CI 95% 1.04-1.16) conditioned changes in management. Also, the lobulation of the margins (p<0.001, OR: 2.98 CI 95% 1.44-6.34) and clustered microcysts (p= 0.007) influenced the performance of biopsy. Of the mammographic lesions, only focal asymmetry changed during follow-up (OR:13.7, 95% CI 1.26-150), predominantly toward involution or resolution. Age influenced the change to a higher BI-RADS category (p=0.036), the performance of a biopsy (p<0.001, OR of 1.10 CI95% 1.07-1.13) and the completion of complete follow-up (p=0.039). Palpability was associated with a change to a higher BI-RADS category (p=0.044, OR 2.23, IC95% 1.14-4.50). In our setting, the calculated interobserver correlation was almost perfect (Kappa Cohen >80%) for all semiological parameters.

CONCLUSIONS: The follow-up of breast lesions categorized as BI-RADS 3 is safe in our setting, although it is weighed down by low compliance, variable biopsy criteria and probably excessive duration, especially for ultrasound nodules, in which a single follow-up at 6 moths could be considered in patients under 40 years of age, and for mammographic focal asymmetries, in which current functional techniques could better guide their management. Interobserver agreement is almost perfect in our environment and is related to the experience of the radiologist