Evaluación y mejora de las "Recomendaciones No Hacer" sobre prácticas sanitarias en el área de salud I - Murcia Oeste

Abstract

Introducción Las prácticas de bajo valor ponen en riesgo la seguridad de los pacientes y la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. A pesar del creciente interés que han suscitado internacionalmente en los últimos años, continúan siendo un desafío generalizado, que exige el compromiso de acción institucional. Dicho requerimiento ha sido adoptado en España a través de la iniciativa “Recomendaciones No Hacer”, liderada por el Ministerio de Sanidad y las sociedades científicas españolas, bajo la cual se ha priorizado una serie de actividades médicas innecesarias, con el fin de investigar su presencia en los centros sanitarios y abordar los problemas de calidad revelados.

El objetivo de este trabajo es mejorar la calidad asistencial de la población de referencia del Área de Salud I – Murcia Oeste de la Región de Murcia, mediante la evaluación de prácticas de bajo valor e implementación de acciones correctoras para adecuar su prevalencia cuando sea oportuno.

Material y métodos Un equipo multidisciplinar llevó a cabo este estudio analítico cuasiexperimental antes (año 2016) - después (años 2018/2019), de un sólo grupo. Tras seleccionar un conjunto de Recomendaciones No Hacer, se diseñaron los indicadores de evaluación que fueron utilizados para conocer la prevalencia basal de las prácticas de bajo valor, una vez pilotados sobre una muestra de pacientes. Se utilizaron dos métodos de medición: cálculo automático sobre ficheros de datos completos o, cuando no fue posible, aplicación del muestreo por lotes (lot quality acceptance sampling - LQAS). Se estableció un estándar de calidad máximo del 5%. Para aquellos indicadores que excedían el umbral, se elaboró un plan de mejora multifocal que incluyó actividades a nivel general y específico sobre cada una de las prácticas no recomendadas. Transcurrido un tiempo desde las acciones implementadas, se llevó a cabo el análisis postintervención. En ambas evaluaciones, se informó a los profesionales implicados de los resultados obtenidos, de forma global e individualizada cuando fue posible.

Resultados Se elaboró un conjunto definitivo de 25 indicadores de calidad válidos y fiables. En la evaluación inicial, trece recomendaciones (52%) excedieron el umbral del 5%. Tras las intervenciones ejecutadas sobre ellas, 5 prácticas (38,5%) lograron el estándar de calidad. Finalmente, 17 recomendaciones obtuvieron una prevalencia inferior al 5%, un 68% del total de prácticas sanitarias examinadas. El resto osciló entre el 8,3% y el 79,6%. Se observó una elevada concordancia entre observadores en los análisis mediante LQAS.

Conclusión La transformación de las Recomendaciones No Hacer en eventos medibles ha posibilitado conocer que las prácticas de bajo valor son un problema frecuente en el Área I – Murcia Oeste. No obstante, es posible revertir la práctica inapropiada a través de la implementación de intervenciones multicomponentes, sobre la base de un centro comprometido con la calidad. Los resultados contrarios observados en casi un tercio de las recomendaciones analizadas postintervención ponen de manifiesto la dificultad de modificar la conducta humana, evidenciando la necesidad de rediseñar las acciones desarrolladas en el contexto de una mejora continua, que permita alcanzar y mantener las metas fijadas, en términos de maximización del valor de la atención y minimización del daño potencial.

Introduction Low-value care poses a risk to patient safety and the sustainability of healthcare systems. Despite the growing international interest they have garnered in recent years, these practices remain a widespread challenge, requiring institutional commitment to action. This need has been addressed in Spain through the "Do Not Do Recommendations" initiative, led by the Ministry of Health and Spanish scientific societies. This movement has prioritized a series of unnecessary medical services to investigate their prevalence in healthcare settings and address the quality issues they reveal. The objective of this study is to improve the quality of care and the safety of the population served by Health Area I – Murcia West in the Region of Murcia, by evaluating low-value practices and implementing corrective actions to adjust their prevalence when appropriate. Material and methods A multidisciplinary team conducted this analytical, quasi-experimental, before-after study (2016 - 2018/2019) with a single group. After selecting a set of Do Not Do Recommendations, evaluation indicators were designed and used to determine the baseline prevalence of low-value practices, following a pilot study on a sample of patients. Two measurement methods were employed: automatic calculation from complete data files or, when not possible, the application of lot quality acceptance sampling (LQAS). A maximum quality standard of 5% was established. For indicators that exceeded this threshold, a multifactorial improvement plan was carried out, including general and specific activities targeting each of the non-recommended practices. After some time had passed since the implemented actions, a post-intervention analysis was conducted. In both evaluations, professionals involved were informed of the results, both globally and individually when possible. Results A final set of 25 valid and reliable quality indicators was developed. In the initial evaluation, thirteen recommendations (52%) exceeded the 5% threshold. Following the interventions, five practices (38.5%) met the quality standard. Altogether, 17 recommendations achieved a prevalence below 5%, accounting for 68% of the total healthcare practices examined. The remaining practices ranged between 8.3% and 79.6%. A high level of interobserver agreement was observed in the LQAS analyses. Conclusion The transformation of Do Not Do Recommendations into measurable events has exposed that low-value care is a frequent issue in Health Area I – Murcia West. However, it is possible to reverse inappropriate practices through the implementation of multicomponent interventions, based on a commitment to quality. The adverse results observed in nearly one-third of the post-intervention recommendations highlight the difficulty of changing human behavior, underscoring the need to redesign the actions undertaken within the context of continuous improvement. This will allow for the achievement and maintenance of set goals, maximizing the value of care and minimizing potential harm.