Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: DOI: https://doi.org/10.33588/rn.6301.2016003

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Campo DCValorLengua/Idioma
dc.contributor.authorGiménez Castejón, Domingo-
dc.contributor.authorGómez Gallego, María-
dc.contributor.authorMartínez Martínez, María de los LLanos-
dc.contributor.authorDudekova, Mirka-
dc.contributor.authorLajara Blesa, Jerónimo-
dc.contributor.otherFacultades, Departamentos, Servicios y Escuelas::Departamentos de la UMUes
dc.date.accessioned2024-07-26T10:27:49Z-
dc.date.available2024-07-26T10:27:49Z-
dc.date.issued2016-
dc.identifier.citationRevista de Neurología; 2016, 63 (1): 5-10.es
dc.identifier.isbn1576-6578-
dc.identifier.issn0210-0010-
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/10201/143376-
dc.description.abstractIntroducción. La enfermedad de Alzheimer (EA) es la primera causa de demencia mundial. Cada vez son más los esfuerzos para lograr una detección temprana del deterioro cognitivo y surgen en el panorama científico entidades diagnósticas como el deterioro cognitivo leve (DCL) y las quejas subjetivas de memoria (QSM). Debido a ello, aparecen numerosos biomarcadores estudiados para conseguir dicho objetivo, entre ellos la tomografía de coherencia óptica. Sujetos y métodos. Se ha realizado un estudio que utiliza la tomografía de coherencia óptica para medir el grosor macular y la capa de fibras nerviosas de la retina en pacientes diagnosticados de EA (n = 36), pacientes con DCL (n = 33), en individuos con QSM (n = 24) y en sujetos control (n = 45). Resultados. Se han encontrado diferencias estadísticamente significativas en cuanto al grosor macular entre todos los grupos estudiados (QSM: 261,8 ± 25,88 μm; DCL: 259,19 ± 22,582 μm; EA leve: 258,53 ± 14,804 μm; EA moderada: 249,32 ± 18,467 μm) y sujetos control (271,96 ± 15,57 μm). Respecto a la capa de fibras nerviosas de la retina, ocurre de igual manera, y la diferencia es estadísticamente significativa frente al grupo control (94,51 ± 9,203 μm) de todos los grupos (QSM: 90,44 ± 9,059 μm; DCL: 89,4 ± 10,421 μm; EA leve: 87,12 ± 10,279 μm; EA moderada: 82,25 ± 10,636 μm). Conclusión. La tomografía de coherencia óptica podría situarse como un futuro biomarcador y una herramienta de apoyo para facilitar el diagnóstico precoz del deterioro cognitivo y de la EA.es
dc.formatapplication/pdfes
dc.format.extent6es
dc.languagespaes
dc.publisherREVISTA DE NEUROLOGIAes
dc.relation"Sin financiación externa a la Universidad"es
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/embargoedAccesses
dc.subjectDeterioro cognitivo levees
dc.subjectEnfermedad de Alzheimeres
dc.subjectQuejas subjetivas de memoriaes
dc.subjectTomografía de coherencia ópticaes
dc.title¿Hasta dónde llega la precocidad de la tomografía de coherencia óptica en el deterioro cognitivo?es
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/articlees
dc.embargo.termsSi-
dc.identifier.doiDOI: https://doi.org/10.33588/rn.6301.2016003-
Aparece en las colecciones:Artículos: Atención sociosanitaria

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