GOTT IST TOT. Reflexiones en torno a deificación de la tecnología

Abstract

Desde que en 1956 John McCarthy acuñase el término de Inteligencia Artificial o IA, basándose en los trabajos previos del matemático inglés Alan Turing, las máquinas pensantes han evolucionado notablemente. Las IA creativas, capaces de aprender como lo haría un ser humano no son ficción y participan a diario de nuestra vida. Vivimos en un mundo donde la tecnología es omnipresente y omnisciente, con un constante flujo de datos que viaja por la red como el activo más valioso que puede poseer el hombre, o la máquina. La tecnología nos es tan cotidiana que nuestra percepción hacia ella ha derivado en una suerte de cuestión religiosa, una dependencia existencial de adoración totémica.

El presente proyecto fotográfico aborda estas cuestiones de índole ontológico tomando como punto de partida un cuento breve de Frederic Brown. Desde la revisión de la película 2001: una odisea en el espacio y los planteamientos de Friederich Nietzsche se reflexiona sobre la naturaleza de la IA y el devenir en el Übermensch al que el posthumanismo nos tiene abocados.

¿Es Alexa Dios o llegará a serlo?

Since the term Artificial Intelligence or AI was first defined by John McCarthy in 1956, based on the earlier work of the English mathematician Alan Turing, thinking machines have evolved significantly. Creative AIs, capable of learning as a human being would, are not fiction and are part of our daily lives. We live in a world where technology is omnipresent and omniscient, with a constant flow of data travelling through the network as the most valuable asset that man, or machine, can possess. Technology is so commonplace that our perception of it has become a kind of religious question, an existential dependence on totemic worship. This photographic project addresses these questions of an ontological nature, taking as its starting point a short story by Frederic Brown. Based on a review of the film 2001: A Space Odyssey and the ideas of Friederich Nietzsche, we reflect on the nature of AI and its evolution into the Übermensch to which posthumanism is leading us. Is Alexa God or will she become one?