Enseñar Ciencis Sociales con métodos activos de aprendizaje

Abstract

El libro pretende ser una respuesta a las demandas que el aprendizaje competencial conlleva. Sin embargo, y por lo que toca al diseño curricular, esas competencias generalistas se han de obtener todavía en un diseño curricular fundamentado en materias específicas, lo cual genera, necesariamente, un debate entre competencias generalistas y las propias de una disciplina. En lo que se refiere a la historia y a la geografía, el debate ha girado principalmente sobre dos cuestiones: qué historia se debe enseñar y el valor educativo de los conocimientos históricos. Este libro se propone apostar, desde las evidencias históricas de las investigaciones llevadas a cabo amparadas en un proyecto de investigación competitivo, recuperar las competencias propias de la disciplina, apostando por fundamentar los diseños didácticos en la epistemología de la historia y en la reflexión sobre el conocimiento social. Por ello, el objetivo de este libro es dotar de suficientes recursos intelectuales y estrategias de aula a los docentes en activo y en formación que les permita dar respuesta educativa al alumnado, y afrontar los usos y abusos del conocimiento social que se producen. Para dar respuesta a este gran reto, el contenido del libro se divide en cuatro grandes capítulos con una secuencia lógica. El primero de ellos sirve como marco definitorio de cómo es la sociedad del conocimiento en el siglo XXI y qué retos presenta. Los saberes están justificados por su propia existencia, pero, sobre todo, porque ayudan a conseguir unos objetivos establecidos por la sociedad y concretados en un currículo que permite que tal materia sea considerada útil para el ámbito educativo escolar. Por tanto, este se introduce en definir qué se está demandando, la nueva sociedad configurada en torno a las TIC, y cómo las nuevas generaciones están accediendo al conocimiento, y a lo que, por tanto, la enseñanza de las ciencias sociales debería plegarse. El segundo capítulo se analiza cómo hallar respuestas a los nuevos retos planteados mediante la apuesta por incorporar el método científico de las ciencias sociales. Se considera que las nuevas metodologías activas de aprendizaje y la sociedad red encuentran un perfecto aliado (y justificación) en la propia naturaleza del conocimiento social. Huyendo del modelo de transmisión, y justificado por la democratización o descentramiento propio del conocimiento en el siglo XXI, por lo que parece lógico apostar por cómo proceder y por qué, más que por la utilización de narrativas maestras. El tercer capítulo se centra en la necesidad de un replanteamiento didáctico para la enseñanza de las ciencias sociales. Los análisis de diagnóstico realizados en los últimos currículos, libros de texto, exámenes, percepciones de docentes y de discentes, y el análisis de sus narrativas han mostrado un modelo de educación en ciencias sociales con serios problemas. Frente a ese reflejo de la clase tradicional se contrapone un modelo alternativo que tiene la finalidad de que el alumnado sea capaz de interpretar la información, de formarse un pensamiento propio. Y para desarrollar este modelo es necesario el planteamiento de metodologías activas de aprendizaje que tomen en consideración ese modelo didáctico, el cual en gran parte es recíproco con las bases epistemológicas anteriormente citadas del conocimiento social en el contexto del siglo XXI. Finalmente, en el capítulo cuarto se abordan actuales metodologías activas de aprendizaje, como aprendizaje basado en proyectos, aprendizaje basado en problemas, aprendizaje-servicio, flipped-classroom y gamificación que tienen su justificación en el ámbito de la enseñanza de la geografía y de la historia porque potencian esa fundamentación epistemológica que hemos desarrollado en los capítulos precedentes.