El uso de la energía en los museos de la Región de Murcia

Abstract

El cambio climático exige una respuesta adaptativa por parte de todos los ámbitos de la sociedad. Los museos siempre se han caracterizado por considerarse a sí mismos referentes sociales, por lo que algunos de ellos ya se proponen como modelos para la implantación de medidas sostenibles[1]. El esfuerzo de los museos por mantener unas condiciones estables de temperatura y humedad genera el mayor consumo energético de estas instituciones, supone un gasto económico importante y a su vez tiene un impacto medioambiental que debe ser medido, analizado y reducido en la medida de lo posible [2][3]. El presente estudio analiza las mediciones y mejoras en materia de energía, mediante una encuesta realizada a treinta y un museos de la Región de Murcia. La muestra, seleccionada de la lista de la Oficina Regional de Turismo, y con especial interés en aquellos pertenecientes a la Red Regional de Museos, obtiene datos de los museos con instalaciones edilicias y salas de exposiciones con especial afluencia de visitantes o interés artístico, habiéndose excluido de este estudio los yacimientos arqueológicos, la mayoría de museos etnográficos y algunos museos cuya exposición no tiene necesidades especiales de conservación. Las encuestas se cumplimentaron de forma telefónica, al tiempo que las respuestas se incluían en la base de datos de Encuestas del portal de la Universidad de Murcia. Se preguntó a los equipos directivos de dichos museos si tenían conocimiento de haber realizado auditorías, alguna mejora energética en los últimos cinco años, así como la clasificación energética del edificio en que se ubica el museo. Las respuestas arrojaron unos resultados que llaman la atención por las pocas auditorías que se han realizado, o si se han realizado, los directivos no tienen conocimiento de ellas. Lo mismo ocurre con la eficiencia energética de los edificios: la mayoría de los encuestados respondieron no saber la letra correspondiente a la clasificación del edificio en que se encuentran ubicados. En materia de mejoras, la mayoría admitió haber realizado algunos cambios en materia energética, generalmente consistente en cambios en la iluminación, apostando por la iluminación LED, y en un par de casos se habían producido cambios en la maquinaria de la climatización, pero reconocieron no haber prestado especial atención a la eficiencia de dichos aparatos. De todos estos datos, se puede concluir que la eficiencia energética no forma parte de las preocupaciones del personal directivo de los museos, carecen de formación e información para abordar este tema. Para poder llevar a cabo un cambio significativo, y convertir los museos en centros medioambientalmente sostenibles, es necesario empezar por formar a los que trabajan en su gestión.