La formación del profesorado en TDAH y sus implicaciones

Abstract

El principal propósito de esta investigación fue evaluar los efectos, sobre alumnos y profesores, de un programa de formación del profesorado en TDAH. El programa buscaba desarrollar en los docentes competencias y habilidades para mejorar la atención educativa al alumnado con este diagnóstico.

En el estudio participaron dos centros educativos de la Región de Murcia (España), uno de Educación Infantil y Primaria, y otro de Educación Secundaria. En concreto, la muestra final estaba formada por 365 estudiantes (194 chicos y 171 chicas) y 35 profesores (8 varones y 27 mujeres).

Con la intención de establecer el impacto del programa de formación en ambos niveles educativos, se realizó un diseño pretest-postest (primer y tercer trimestre académico). Se administró al profesorado el Cuestionario de conocimientos sobre TDAH para profesores; el Cuestionario de datos generales, profesionales y de experiencia en TDAH del profesorado; el Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI); la Escala de Fuentes de Estrés en Profesores (EFEP); y el Cuestionario de valoración del programa formativo en TDAH. Los datos del alumnado se recopilaron por medio del Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo en Niños (STAIC); el Cuestionario para evaluar el clima social del centro escolar (CECSCE); y el Cuestionario de datos socio-demográficos, clínicos y de rendimiento académico.

Los resultados de este estudio muestran que, en el profesorado, el programa formativo logró mejorar significativamente el nivel de conocimientos sobre TDAH, especialmente en Educación Secundaria. No se observaron cambios relevantes en ansiedad rasgo. Tanto la ansiedad estado como las fuentes de estrés laboral descendieron notablemente en los docentes de Primaria, pero se incrementaron en los de Secundaria. El profesorado sin experiencia en TDAH mejoró de manera importante sus conocimientos sobre este trastorno y también, aunque levemente, el que ya tenía experiencia. Los docentes valoraron muy satisfactoriamente el programa recibido.

Respecto al alumnado, se apreció una reducción significativa de la ansiedad-estado en las edades más bajas y un incremento en el alumnado de mayor edad, que además mostró un aumento en sus niveles de ansiedad-rasgo. No se observaron mejoras relevantes en la percepción del clima social del centro escolar, la satisfacción con el profesorado y las calificaciones escolares (en las asignaturas de Lengua, Matemáticas, Ciencias y Educación Física), salvo en ocasiones muy puntuales. Inicialmente, el alumnado con TDAH presentaba niveles significativamente superiores de ansiedad (estado y rasgo) y una peor valoración del clima social del centro y menor satisfacción con el profesorado. En el post-test, los dos grupos de alumnos (con y sin TDAH) se igualaron en estas variables. El rendimiento académico del alumnado de Educación Primaria se asoció a una mejor satisfacción con el profesorado y al hecho de no tener un diagnóstico de TDAH.

Se concluye que la formación de los docentes en TDAH tiene efectos positivos en el profesorado, sobre todo en Educación Secundaria, y algunos resultados indirectos favorables en el alumnado, más claros en los que presentan esta alteración. En futuros estudios se deberían comprobar las consecuencias del programa formativo teniendo en cuenta otras características del alumnado, tales como el subtipo clínico de TDAH, así como los efectos del programa a más largo plazo.