Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: http://hdl.handle.net/10201/47749

Título: La precariedad laboral y los nuevos espacios de exclusión social
Fecha de publicación: 4-feb-2016
Fecha de defensa / creación: 22-ene-2016
Materias relacionadas: 331 - Trabajo. Relaciones laborales. Ocupación. Organización del trabajo
316 - Sociología. Comunicación
Palabras clave: Trabajo temporal
Política de empleo
Desigualdad social
Resumen: Esta investigación, que toma la forma de Tesis Doctoral, tiene como objetivo general el análisis de la relación entre el trabajo y las formas precarias de empleo con las situaciones de vulnerabilidad y exclusión social. Este objetivo ha sido abordado con técnicas cuantitativas y cualitativas. Así, junto al análisis de las fuentes secundarias de información estadística como son, fundamentalmente, la Encuesta de Población Activa y la Encuesta de Condiciones de Vida, también se ha realizado un estudio discursivo de entrevistas a expertos del ámbito institucional y a individuos que se encuentran en procesos de precariedad laboral y de vulnerabilidad y exclusión social. La investigación se contextualiza en un momento en el que más de una quinta parte de la población activa se encuentra en paro, la temporalidad alcanza a casi la cuarta parte, un 15% de los trabajadores se encuentran ocupados en una jornada a tiempo parcial y casi un 30% de la población se encuentra en situación de riesgo de exclusión social. Esto parece indicar que la precariedad laboral es una realidad en el contexto de un mercado de trabajo profundamente segmentado, mientras que la exclusión social es un fenómeno patente para numerosos grupos sociales. La precariedad laboral ha experimentado en los últimos años un doble proceso de extensión e intensificación, de manera que cada vez son más los grupos sociales que se han visto desplazados del segmento central del mercado de trabajo hacia la periferia. El trabajo, aunque sigue manteniendo su posición central de influencia sobre el resto de dimensiones de la exclusión social, ha dejado de tener capacidad integradora. Ha emergido como dimensión desencadenante de los procesos de vulnerabilidad y exclusión social, habiendo potenciado los factores de exclusión de la economía, la salud, la vivienda y la participación ciudadana. Únicamente la educación y, sobre todo, la red socio-familiar de apoyo contrarrestan la fuerza centrífuga del trabajo, pues son capaces de evitar procesos de vulnerabilidad y exclusión social. Este hecho ha sido potenciado desde el ámbito institucional con las últimas reformas laborales que han servido como instrumento para desestabilizar el equilibrio entre empresarios y trabajadores a favor de los primeros, así como para desproteger de derechos laborales a los últimos. El sometimiento de éstos se ha visto intensificado con las políticas públicas desarrolladas por las instituciones en los últimos años, de manera que la precariedad laboral se ha erigido como un instrumento de biopolítica. El proceso de extensión e intensificación de la precariedad laboral ha tenido consecuencias sociales que han cristalizado en un idéntico proceso para la exclusión social y en el incremento de las desigualdades sociales. De esta manera, la precariedad laboral y la exclusión social afectan a una proporción importante de la población y los relatos asociados a tales hechos sociales llegan a modelar la vida de los individuos, redefiniendo los nuevos espacios sociales y laborales de la exclusión social. Los cuatro espacios del mercado de trabajo identificados son el centro inestable, el semicentro, la semiperiferia y la periferia, los cuales definen la situación o posición de los trabajadores ante la precariedad laboral y los procesos de exclusión social. En estos nuevos espacios se incluyen grupos sociales que de manera crónica han estado afectados por la exclusión social, aunque también se observa la aparición de grupos sociales emergentes: en primer lugar, las personas mayores de 50 años en situación de desempleo de larga duración u ocupadas por cuenta propia como reacción al desempleo –semiperiferia y periferia–; en segundo lugar, los jóvenes de baja y alta cualificación desempleados u ocupados en trabajos temporales –semiperiferia y semicentro, respectivamente–; y finalmente, los trabajadores de entre 35 y 45 años ocupados por cuenta propia de auto-iniciativa y en trabajos temporales –centro inestable–. Las estrategias de adaptación son distintas: las de los jóvenes son activas y las del resto son pasivas –solicitud de ayudas no contributivas o consolidación de su situación laboral–. Los cambios habidos en las últimas décadas han generado un nuevo modelo de cohesión social que se caracteriza por tener unos espacios de vulnerabilidad y de exclusión más amplios y profundos que han sufrido cambios en su valoración social; hasta la inclusión social ha sido devaluada al considerarse como integradoras situaciones laborales y sociales que en el antiguo modelo eran consideradas como propias de la vulnerabilidad o incluso, exclusión social. Además, el nuevo modelo de cohesión social está basado en la desigualdad social, la desprotección y la individualización de las relaciones sociales, suponiendo un importante ataque a la sociedad salarial. Abstract The main goal of this research, presented here as a thesis dissertation, is to analyze the relationship between job insecurity and both social exclusion and vulnerability. This aim was tackled by means of quantitative and qualitative techniques. Secondary sources of statistical information (Labour Force Survey and Living Conditions Survey) were used together with interviews to experts of the institutional sphere and to individuals currently undergoing processes of job insecurity, vulnerability and social exclusion. This research must be contextualized in a time where more than one fifth of the labour force is unemployed, nearly a fourth has a short-term job, 15% of the occupied labour force has a part-time job and nearly 30% of the people are in situation of social exclusion risk. This seems to indicate that job insecurity is a reality in the context of a labour market deeply segmented and social exclusion is a fact for many social groups. In the last years job insecurity has experimented a process of extension and intensification resulting in a displacement of an increasing number of social groups from the central segment of the labour market to the periphery. Work, although still keeping its main role over the rest of social exclusion dimensions, has lost its social inclusive capacity. On the contrary, it has emerged as a triggering factor for the vulnerability and social exclusion processes after intensifying the rest of exclusion variables such as economy, health, dwelling and citizen participation. Only education and mainly social and familiar network counteract the centrifugal force produced by job insecurity since both are able to avoid the vulnerability and social exclusion processes. This fact has become more powerful from the institutional sphere by means of the latter labour reforms that have been used as a tool to destabilize the balance between employers and employees in favour of the formers and to remove the labour rights protection. Employees’ submission has been intensified by the new policies developed by public institutions, making job insecurity a new bio-policy instrument. The process of expansion and intensification of job insecurity has had social consequences which have crystallized in an identical process for social exclusion and in the increase of the social inequalities as well. Therefore, job insecurity and social exclusion affect to a significant ratio of the general population. The social speeches linked to these social facts shape individual’s lives, redefining the new social and labour spaces of the social exclusion. There are four identified spaces in the labour market that define the situation of workers in terms of job insecurity and social exclusion. These are the unstable center, the semi-center, the semi-periphery and the periphery. Into these new spaces are included social groups chronically affected by social exclusion, although the irruption of emerging social groups is observed: firstly, people older than 50 in long-term unemployment situation or self employed as a consequence of the unemployment (semi-periphery and periphery); secondly, low and high-skilled young people unemployed or working in temporary jobs (semi-periphery and semi-center); and finally, workers between 35 and 45 years old who are self-employed or working in temporary jobs (unstable center). The adaptation strategies are different for each case: strategies from younger are active whereas for the rest are passive –request of non-contributory allowances or consolidation of their labour status–. The changes happened in the last decades have generated a new social cohesion model characterized by larger and deeper vulnerability and social exclusion spaces which have undergone changes in their social valuation; even social inclusion has been devalued after considering as inclusive situations that in the former model would have been considered as typical situations of vulnerability or even social exclusion. In addition, the new social cohesion model is based on social inequality, lack of protection and individualization of the social relationships, involving an important attack to wage-labour society.
Autor/es principal/es: Manzanera Román, Salvador
Director/es: Ortiz García, Pilar
Hernández Pedreño, Manuel
Facultad/Departamentos/Servicios: Departamento de Sociología y Trabajo Social
Forma parte de: Proyecto de investigación:
URI: http://hdl.handle.net/10201/47749
Tipo de documento: info:eu-repo/semantics/doctoralThesis
Número páginas / Extensión: 441
Derechos: info:eu-repo/semantics/openAccess
Aparece en las colecciones:Ciencias Sociales y Jurídicas

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